Una novela romántica con cervezas y música rock como telón de fondo. Esa sería, para mí, la mejor definición de este libro.
Hay que decir que la autora tiene muy claro cómo describir las emociones y qué clase de relación existe entre los protagonistas. Lo cual me ha parecido bien, ya que es la parte más difícil de narrar en una historia romántica. Que una relación sea coherente o realista dentro de una ficción amorosa, no es tan sencillo.
No obstante, a pesar de que la historia romántica esté trabajada creo que los personajes se comportan un poco inmaduros. En ocasiones, parecen adolescentes, cuando no lo son. Beben mucho (apenas hay una escena en la que no estén tomando una cerveza) lo cual me ha resultado llamativo.
No es que eso esté mal, pues en la historia, este hecho no desentona, pero personalmente creo que habría estado bien que hubiese alguna variación al respecto. A lo largo del libro tuve la sensación de que los personajes estaban hablando sobre lo mismo, en un ambiente similar, con pensamientos y reflexiones que entraban en un bucle.
En cualquier caso, esta es la primera novela de la autora y dada la pasión con la que escribe, estoy segura que os puede resultar interesante.
"Se despertó de golpe. Sudando. Y durante unos instantes no pudo distinguir nada en la oscuridad que reinaba en la habitación. Tenía la respiración agitada. Su corazón iba extrañamente rápido. Se pasó la mano por el pelo e intentó controlar su propio cuerpo. Poco a poco sus ojos se fueron adaptando a la escasa luz. Miró hacia su derecha. Ella dormía a su lado, plácidamente. La observó en silencio durante unos instantes, luego salió de la cama."
Remiendos del pasado
Marta Sebastián Pérez
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