Este es uno de esos libros que me habría encantado leer en papel y que además, leería más de una vez para empaparme bien de su contenido y mensaje.
La trama es en apariencia sencilla, pero trabajada y bien estructurada. Trafalgar es un hombre normal que un día decide suicidarse. Sin embargo, no lo consigue y lo que le empieza a ocurrir es que su conciencia da saltos a distintas realidades. O quizás sean sueños. O quizás esté loco. Las posibilidades son casi infinitas, lo que lleva al lector a tener su propio criterio, ya que el propio personaje no sabe qué le ocurre. ¿Qué hay más allá de la muerte? ¿Otro yo? ¿Nada? ¿Estamos encadenados con las mismas personas en cualquiera de las realidades posibles de nuestra vida? ¿En qué momento surgen las diferentes variantes?
Estas y muchas más son las cuestiones que podrás encontrarte. Este libro no solo se lee, sino que se piensa.
"El destino tiene la aviesa y a la vez maravillosa cualidad de no depender de uno mismo, sino de las sincronicidades de las decisiones ajenas y los acontecimientos inesperados. Da igual que Trafalgar calculara a la perfección las intersecciones que se podría encontrar Gala en su trayecto, si esas matemáticas no son correspondidas por sus problemáticos personajes. Y es que él nunca hubiera supuesto que iba a ser ella el sujeto activo que dijera la primera palabra."
El salto de Trafalgar
Ernesto Rodríguez
Editorial: 120 Pies
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